sábado, 4 de junio de 2011

Algunas últimas reflexiones sobre la formación de padres...

¿Se puede enseñar a ser padres?
En mi opinión “ser padre o madre” es una tarea muy difícil y compleja, sobre la cual no existe una “receta mágica” o una manera de hacer única que resulte pertinente en todas las familias, o con todos los niños/as ni en todas las situaciones.
No obstante, sí me parece necesario, pertinente y posible proporcionar cierta formación a los padres y madres, para que apoyándose en su propio estilo educativo, puedan reflexionar sobre cómo mejorarlo y aprender cómo afrontar ciertas situaciones que se pueden plantear en múltiples ocasiones y que les generan cierta inquietud.

¿Para qué formar a padres y hacer escuelas de padres? ¿Qué objetivos o metas debe perseguir?
La principal finalidad de la formación y las escuelas de padres, es sin duda, ayudarles a llevar a cabo su labor educativa con sus hijos/as de la manera más adecuada posible, adecuándose en la medida de lo posible a las necesidades y características de cada familia.
Por tanto, señalando algunos de los objetivos que según mi punto de vista dicha formación de padres/madres debe perseguir, haré alusión principalmente a:
- Atender a las necesidades de las familias, y tratar temas que sean de su interés.
- Proporcionar estrategias y habilidades que sirvan a los padres/madres para afrontar su labor educativa.
- Ayudar a reflexionar a los padres/madres sobre sus propias prácticas educativas con sus hijos/as analizando cuáles son sus debilidades y aprender a mejorarlas.
- Lograr que los niños/as reciban una educación lo más completa e integral posible dentro de su familia.
En definitiva pienso que si con una Escuela de Padres se logra alcanzar gran parte de estos objetivos planteados, se puede afirmar que la formación de padres en ese caso está proporcionando muy buenos resultados.



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